España es, junto a Portugal, el país con más horas de luz solar plena en Europa (unas 8,2 horas al día). Por esto, al pensar en una energía barata y sostenible, es lógico pensar en la energía solar térmica y las placas solares.
Si a esto le añadimos lo caro que puede llegar a calentar el agua que se utiliza en una vivienda a través de la electricidad y, en menor medida, el gas natural, tenemos la solución perfecta para calentar el agua de una vivienda pero de forma económica.
Imagen: biosolenergia
Agua caliente de uso sanitario
El agua caliente sanitaria (ACS) es agua destinada a consumo humano (potable) que ha sido calentada. Se usa con un fin sanitarios (baños, duchas, etc.) y para otros usos de limpieza (fregado de platos, lavadora, lavavajillas, fregado de suelos). Generalmente el agua procede de la instalación de agua del edificio.
El agua caliente de uso sanitario (Agua Caliente Sanitaria) en una vivienda supone cerca del 25% del total y, por tanto, es una importante fuente de ahorro. Una de las formas de ahorrar en este aspecto es a través de la energía solar térmica.
Además del ahorro económico (más del 50% de la necesidad de agua caliente sanitaria se puede lograr con energía solar) existe un creciente apoyo institucional favorable a este tipo de instalaciones. En España desde 2006 es obligatoria la instalación para nuevas construcciones residenciales, con apoyos y subvenciones por parte de Corporaciones Públicas y Ayuntamientos.
Existen dos métodos para beneficiarnos de este tipo de energía para el agua caliente sanitaria en nuestra vivienda, las placas fotovoltaicas y las placas solares.
Placas solares para ACS
Los captadores solares térmicos o placas solares aprovechan la energía que contiene la radiación solar y la transforman en energía térmica.
Las placas solares térmicas obtienen calor, no electricidad. En el caso de los paneles de uso doméstico, llamados captadores de baja temperatura, este calor puede emplearse para producir agua caliente sanitaria, apoyar una instalación de calefacción o climatizar una piscina.
Su efectividad ronda el 80% y no están sujetas al impuesto al sol, siendo su colocación de obligado cumplimiento en obra nueva. Además, hay muchas ayudas estatales destinadas a sobrellevar el coste de su instalación, para promover su instalación.
Todo esto hace que se rentabilice relativamente rápido (entre 5 y 10 años). A partir de ahí, toda la energía que obtengamos del sol será totalmente gratuita.
Instalación térmica de baja temperatura
Generalmente, las instalaciones térmicas de baja temperatura están formadas por tres partes:
1.Sistema de captación
Varios colectores solares (placas solares) captan la energía del Sol.
- Se utilizan placas metálicas de color negro que, al exponerse a la radiación solar, aumentan de temperatura.
- Estas placas se colocan en el interior de una caja cubierta de vidrio, creando una “trampa de radiaciones solares” que consigue que aumente progresivamente la temperatura en el interior de la caja.
- El siguiente paso es hacer circular agua por el interior de la caja para que el calor se transmita al fluido. El líquido circula en el interior de un serpentín o circuito de tubos, que asegura la máxima exposición del agua al calor.
2.Subsistema de acumulación
Este subsistema está formado por uno o más depósitos de almacenamiento de agua caliente. El acumulador adapta la disponibilidad de energía a la demanda.
Los acumuladores e interacumuladores no son más que grandes depósitos muy bien aislados para prevenir las pérdidas de calor.
La única diferencia entre ambos es que, en los interacumuladores, la transferencia de temperatura entre el fluido caloportador proveniente del panel y el agua almacenada se produce en el interior del depósito mediante un serpentín; mientras que, con los acumuladores, se produce en un dispositivo externo conocido como intercambiador de calor.
3.Subsistema de distribución
Este subsistema está formado por un equipo de regulación, tuberías, bombas, elementos de seguridad… que traslada a los puntos de consumo el agua caliente producida.
Cuando se calienta el agua, esta se envía a aquella parte del sistema donde se va a utilizar, ya sea calefacción, agua caliente sanitaria (ACS)…