Tomar la decisión de ejercer una actividad profesional concreta no es sencillo, puesto que se abre la etapa de llevar a cabo todos los trámites necesarios para poder utilizar espacios y herramientas relacionadas con nuestra labor profesional.
En cuanto a lo primero, debemos considerar los tipos de licencia de actividad, un certificado que acredita el uso de una determinada nave o local, para labores profesionales concretas. Con este documento podremos disponer de un espacio de trabajo. Además, los proyectos deben desarrollarse sobre la base del CTE o Código Técnico de la Edificación, la normativa sobre requisitos básicos de seguridad y habitabilidad de edificios.
Tipos de licencia de actividad
¿Qué tipos de licencia de actividad son los más comunes y en qué situaciones vamos a necesitarlos? Vamos a verlo punto por punto:
- Para regular la peligrosidad de la actividad profesional: Las tareas laborales especialmente insalubres o ruidosas pueden molestar a la vecindad o poner en riesgo su salud. Por esa razón, entre los tipos de licencia de actividad más habituales se encuentran los relativos a las actividades inocuas, y calificadas o molestas.
- Para ofrecer informes técnicos descriptivos: Los tipos de licencia de actividad son útiles como documentación de apoyo para que un especialista técnico pueda redactar informes. Es decir, el documento descriptivo es un tipo en sí mismo. Puede incluir planos del local o documentación municipal adjunta. También se certifica así que un local cumple con los requisitos legales mínimos.
- Para decidir si el espacio de trabajo necesita ser reformado: Al ser documentos administrativos, los distintos tipos de licencia de actividad esclarecen detalles sobre el estado actual del inmueble donde se va a ejercer la actividad. Si el local no cumple con los requisitos mínimos, no podrá usarse, pero el informe permite tomar una decisión sobre la inversión en reformas.
- Para saber si nuestro espacio necesita licencia: Existen una serie de excepciones que no requieren de certificación, como aquellas cuya labor, siempre obligatoriamente inocua, se lleve a cabo en domicilios particulares y no suponga venta o atención directa al público. También, en espacios de menos de 300 metros cuadrados. En estos casos puede bastar con una declaración responsable.
En definitiva, los distintos tipos de licencia de actividad existen como protección legal a la hora de tomar una decisión sobre un tipo de actividad profesional, laboral o comercial. Es, en otras palabras, una manera de poner a punto el espacio que usaremos para trabajar.
En Terol Ingenieros te podemos ayudar, no solo con el proyecto de licencia de actividad o apertura, sino también con otro tipo de certificados que necesitas para realizar esta actividad como el certificado de eficiencia energética.
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